mayo 23, 2022 - por Naomi Mendez Mundo Digital

Para empezar, debemos saber cuales son los tan conocidos objetivos SMART. Son un conjunto de metas concretas que cumplen con el acrónimo de los cinco componentes básicos: Specific – Específico, Measurable – Medible, Achievable – Alcanzable, Relevant – Relevante, Time based – A tiempo.

Dentro del marketing digital son una herramienta que sirven para definir objetivos de forma inteligente, empezando por el primer punto “específico”, con esto se refiere a que el objetivo debe expresar de forma clara y concisa lo que se quiere alcanzar y a través de qué mecanismos.

Es aconsejable definir, por ejemplo, qué tipo de cliente se busca atraer o qué categoría de productos se quieren vender. Seguramente sea el paso más difícil, por lo que hacer este esfuerzo ayuda a centrar mejor el objetivo. En el caso de una estrategia de marketing digital, debes especificar el canal que se va a utilizar y hacia dónde se apuntará el objetivo. Por ejemplo: si estará orientado a captar leads, convertir leads en clientes, atraer visitas a sitio web o a tu tienda virtual, entre otros.

Como segundo objetivo está que sea “medible”, esto le da a tu objetivo un valor cualitativo o cuantitativo que pueda rastrearse, evaluarse y medirse a través de indicadores, con ello se pueden comprobar datos que se hayan alcanzado o en el caso de que no sea así, corregir la estrategia. Algunos ejemplos de métricas son: costo por clic, costo por conversión, costo por adquisición de leads, número de visitas al sitio web, entre otros.

Para establecer al objetivo “alcanzable”, es importante que también sea acorde a la realidad de la marca o empresa, teniendo en cuenta los posibles obstáculos que pueden surgir, esto quiere decir que el objetivo debe ser realista es decir que plantee una meta factible y sensata con las competencias de la marca. 

Como penúltimo objetivo tenemos “relevante”, en este punto debemos ser absolutamente cuidadosos, porque no podemos caer en métricas de vanidad. Es clave hacer una evaluación acerca de lo que es realmente relevante para la marca en términos de negocio o comunicación. Por otro lado, este objetivo ayuda a evaluar si la meta propuesta es relevante para el negocio. Puede ser que la consecución del objetivo arroje resultados positivos, pero que no vaya acorde o no sea adecuado para la estrategia de la empresa, el objetivo también debe alinearse con los objetivos generales y específicos de la marca o empresa.

Para cerrar, la construcción del objetivo se debe hablar de cuándo es que aspiramos lograr lo que hemos trazado, por ello el objetivo “a tiempo”, la cual su finalidad es establecer una fecha límite para alcanzar el o los objetivos propuestos. Es clave dar un tiempo a cada objetivo para así tener claro el lapso que tenemos para planear y ejecutar todo lo necesario.